Malaria
La Malaria o Paludismo causa unos 400-900 millones de casos de fiebre y aproximadamente 2-3 millones de muertes anuales. La gran mayoría de los casos ocurre en niños menores de 5 años. La única forma posible de contagio directo entre humanos es que una mujer embarazada lo transmita al feto o por la transmisión directa a través de la picadura de un mosquito. También es posible la transmisión por transfusiones sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad.
Tan sólo las hembras de mosquito son las que se alimentan de sangre para poder madurar los huevos, y por tanto los machos no pican y no pueden transmitir enfermedades ya que únicamente se alimentan de néctares y jugos vegetales.
Los síntomas son variados, fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza.
Necesitamos una vacuna, pero no existe aún, los intentos se han quedado en eso. Mientras ese esperado día llega, el tratamiento antipalúdico consiste en una quimioprofilaxis. Tres son las pastillas más populares Malarone, Lariam y Proderma. Se acumulan en sangre como una especie de antibiótico que mata al “bicho” si llega a entrar. Lo malo es que los estudios dicen que solo es efectiva en un 60% de los casos. El “bicho” se esconde en el hígado, donde se multiplica.
Y la población local, ¿Cómo se protege? La idea básica es que no se protegen, lo asumen como una enfermedad más. En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas son tan a menudo infectadas que desarrollan la "inmunidad adquirida", es decir que son portadores más o menos asintomáticos del parásito.
La Malaria o Paludismo causa unos 400-900 millones de casos de fiebre y aproximadamente 2-3 millones de muertes anuales. La gran mayoría de los casos ocurre en niños menores de 5 años. La única forma posible de contagio directo entre humanos es que una mujer embarazada lo transmita al feto o por la transmisión directa a través de la picadura de un mosquito. También es posible la transmisión por transfusiones sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad.
Tan sólo las hembras de mosquito son las que se alimentan de sangre para poder madurar los huevos, y por tanto los machos no pican y no pueden transmitir enfermedades ya que únicamente se alimentan de néctares y jugos vegetales.
Los síntomas son variados, fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza.
Necesitamos una vacuna, pero no existe aún, los intentos se han quedado en eso. Mientras ese esperado día llega, el tratamiento antipalúdico consiste en una quimioprofilaxis. Tres son las pastillas más populares Malarone, Lariam y Proderma. Se acumulan en sangre como una especie de antibiótico que mata al “bicho” si llega a entrar. Lo malo es que los estudios dicen que solo es efectiva en un 60% de los casos. El “bicho” se esconde en el hígado, donde se multiplica.
Y la población local, ¿Cómo se protege? La idea básica es que no se protegen, lo asumen como una enfermedad más. En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas son tan a menudo infectadas que desarrollan la "inmunidad adquirida", es decir que son portadores más o menos asintomáticos del parásito.
“Doctor Livingstone, supongo”, dijo Stanley al encontrarse con el misionero.
El mismo Sir Henry Morton Stanley, que retirado en Londres después de una vida de expedicionario en el África ecuatorial, sufría ataques febriles tan intensos que levantándose de la cama con los brazos extendidos gritaba: “¡¡Es África lo que llevo dentro de mi!!”. La malaria crónica consumió al bastardo en Mayo de 1904, a los 63 años de edad.
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