Corría el año 2002, Stiglitz ganó el Nobel en 2001, el mismo año que Argentina sufría el famoso corralito y el movimiento mal llamado antiglobalización llenaba los telediarios.
En el libro encontré la crítica al FMI, al Banco Mundial, y a las políticas de Washington, encontré también la crítica a las teorías económicas que nos enseñaban en las aulas como si fueran ley. Entendí de donde venía el movimiento antiglobalización y cómo empezaba a germinar lo que hoy llamamos ciudadanía global.
Tenía entonces 20 años, una década después nada ha cambiado.
Las políticas económicas siguen siendo las mismas, las soluciones propuestas (recortes, liberalismo, exportaciones...) que se han demostrado tan negativas como injustas siguen siendo aceptadas por los países que han tenido la mala suerte de dejarse llevar por la golosa burbuja del consumo presente. Están los que defienden la intervención y la política oficial, están los críticos, y están los movimientos sociales...
Hay como siempre, ganadores y perdedores, trabajadores, empresarios y parados, políticos y expertos, manifestantes y acomodados, jodidos y cabrones, verdaderos y farsantes... luchadores, sufridores, solidarios... mercenarios, vagos, egoístas...
Y hoy, como hace diez años, sigo pensando por mi mismo, haciéndome las mismas preguntas... y entendiendo que este sistema que nos hemos dado no cuida de las personas.
Os dejo preguntas y respuestas, la entrevista a Joseph E. Stiglitz, año 2002 aunque de total actualidad. Parece que no aprendemos.
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