Salud en Suiza
La calidad de la atención
sanitaria es alta y también cara. En las encuestas los suizos
parecen bastante contentos con su sistema a pesar de que el sistema
sanitario suizo es básicamente privado. Varía de un cantón a otro,
pero en términos generales siguen el mismo patrón. El Estado
obliga a las aseguradoras a aceptar a toda persona que quiera un
seguro, y obliga también a la ciudadanía a asegurarse. Las cuotas
del seguro son bastante altas, desde 150€/mes lo más barato. Hay
muchas compañías y hay muchas modalidades, básico, con extras, con
y sin franquicia..., puedes elegir entre un montón de contratos,
pero ojo, los seguros siempre hilan muy fino. De cara a personas
extranjeras, expatriadas, turistas, estudiantes y demás, suele ser
más económico hacerse un seguro de viaje o de salud fuera de Suiza
con alguna aseguradora internacional.
Ejemplo:
Un compañero, en una
visita de una semana a Suiza, se resbala con la nieve y cae al suelo.
El golpe es fuerte, le duele el hombro y va al hospital. Radiografía
con rayos X y exploración física para determinar que no hay
fractura: 500€. No está asegurado, así que lo paga con la tarjeta
de crédito.
Una gran parte de la
población no está asegurada, bien porque le resulta más barato
pagar por el servicio directamente, bien porque no pueden pagarlo.
Los amantes de este
sistema comentan que los sueldos en Suiza son altos y que el seguro
no supone un problema. Esta afirmación es del todo incompleta, no en
todas las regiones suizas, los sueldos son elevados, y en ciudades
como Ginebra, el 45% de los habitantes son migrantes (no son suizos
de nacimiento), un gran número no tienen seguro y trabajan ahogados
por los precios de los alquileres, la comida y el transporte.
Por qué defender un
sistema sanitario público:
Porque la salud es un
derecho humano, fundamental y exigible. Porque una aseguradora
siempre se protege contra tratamientos crónicos (cáncer, VIH) y
contra cirujias de alto coste (trasplantes). Porque a nivel general y
bien gestionada, es más barata la sanidad pública. Porque es justo
que se atienda a todas las personas independientemente de su nivel
social, o su renta.
Yo caminaba por Suiza
pensando en que todo era perfecto. Pero el sistema sanitario suizo no
lo es. Es caro, injusto, insolidario, y deja a mucha gente fuera. Esa
misma gente que trabaja en las cocinas, en los sótanos, en las
chimeneas, y en las calles... para hacer de Zurich, Ginebra, Basilea o
Berna capitales del lujo, del consumo, y de la banca, por supuesto,
con diamantes, bolsos, y capitales producidos en otros rincones del
mundo, con otras condiciones de vida.
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