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lunes, 12 de julio de 2010

El proyecto MACA. Un centro donde viven de forma autónoma un grupo de mujeres (niñas en la cultura europea) embarazadas. Llegan con 7 meses de gestación, para ser atendidas, cuidadas y guiadas hasta el parto. Entonces los bebes son separados de la madre que vuelve con su familia en el mejor de los casos. Los bebes pasan al Baby Refuge, otro de los proyectos donde estamos colaborando. Un centro donde los bebes son recogidos, y esperan adopción. Legalmente, parece que todo está en regla. Extraoficialmente tenemos sospechas de que se trate de un tinglado montado para obtener dinero con la adopción de bebés.
A mí desde un principio no me gustaron ninguna de las dos ideas. Me resulta sospechoso las comodidades, y las buenas instalaciones. Dejan ver un buen presupuesto en un país donde no hay presupuesto para nada.
Viendo que con las niñas embarazadas hay compañeros mucho más preparados, y que con los bebes no tenía mucho que desarrollar, yo elegí trabajar para el orfanato.

El orfanato se llama Destiny Child Centre (DCC). Unos 70 niños viven en unas instalaciones humildes, pero con posibilidades. Los tutores y profesores son en su mayoría voluntarios. Disciplina de vara verde y militares para controlarlos. Mezcla de edades y niveles en un caos organizativo. Mucho que hacer. Aprenden a sumar de memoria. Apenas saben escribir y les cuesta deletrear su nombre. Muchos son niños brujos, abandonados por sus familias y marginados socialmente. Algunos tienen la marca de la violencia en su cuerpo. El rostro quemado con ácido, la cabeza deformada por los golpes, cicatrices desde la boca a la oreja. Traumas personales que nosotros apenas rozamos con nuestros dedos dándoles cariño. Transmitiéndoles ternura. Devolviéndoles la confianza necesaria para lo que está por venir.

En todo esto hay un feedback mucho mayor del que pudiera imaginarme en un principio. Cada sonrisa te recarga las pilas. Cada caricia te bombea sangre. Cada juego, cada canción, cada guiño. Aprendo efic. Me siento maravillado al escuchar una y otra vez, uncle Bo, uncle Bo. Desde que entro por las puertas del orfanato soy 100 por cien para ellos. Termino agotado, pero satisfecho, contento, purificado.

7 Julio 2010

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