Suena la cortadora de cesped del vecino. Mónotono ruido. Me recuerda a las mañanas de verano en Sevilla. Acostado en la cama, ya despierto, huelo la hierba.
Hoy es día de despedidas. Casi sin darnos cuenta, la familia nigeriana de 17 pierde a dos miembros. Noe y Moi han decidido volver a España. Cuando lleguemos del orfanato no estarán aquí.
Noe, "La Chunga", es un cacho de pan. Siempre interesada en los sentimientos. Le encanta pensar sobre ellos, hablar para ver puntos de vista y luego escribir sus conclusiones pera más tarde analizarlas y seguir dándole vueltas. Noe piensa en Pablo, su novio, y se le escapa una sonrisa cuando le preguntamos por él. Por su culpa le ha costado tanto adaptarse, y nosotros aquí, poquito a poco la hemos ido ayudando. Ahora, en España, tendrá que iniciar otra adaptación, y será él, Pablo, quién tenga que ayudarla a que nos olvide (solo lo necesario). Noe sabe que aquí la queremos, pero cuando el corazón y la mente discuten, ella siempre elige el corazón. Te echaremos de menos.
Moi es un ser enorme. Tan enorme que no cabe dentro de sí. Sensible, inteligente, hermano. Su sueño de África dista mucho de la realidad, la convivencia con la que soñaba no se alejó de la sociedad de que la huía. Los utópicos mueven el mundo, pero con frecuencia no encuentran la felicidad. Moi, trotamundos, no se cansará de buscar algo más allá, para no encontrarlo, para saber que lo intentó. Su sino, es la búsqueda. A veces nada vale la pena. Yo sé, que en el fondo de su corazón, le quedan muchas cosas pendientes en esta tierra. Mi más sincero abrazo.
Ambos quedarán en el recuerdo de estas paredes, y por supuesto, en lo más hondo de nuestros corazones.
9 Septiembre 2010
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