"Y entonces, surgió África. Fue como un rayo que de súbito cayó sobre su existencia y acabó por quemarla entera. En su ánimo, la serenidad se transformó en pasión, la tibieza en incendio, el sosiego en vehemencia, la apatía en ansiedad, la calma en ambición, el reposo en vanidad y el gozo en sed. Ni siquiera ahora acertaba a explicarse de manera plena cómo había podido suceder aquello."
Extracto de la novela Una historia africana de Javier Reverte.
A mis compañeros/as, quiero mandaros un soplo de ánimo y fuerza. Porque hemos vuelto a la realidad hecha de cartón piedra, con casas de varios pisos, aceras iluminadas y árboles disfrazados de mobiliario urbano. Tras el escaparate lucen maniquíes, reflejos de los ojos que los miran. Distantes, fríos, inertes... Todo corre a nuestro alrededor, a ninguna parte. Esto es real, y más vale que nos demos cuenta, si no, estaremos en la misma ignorancia del que vive aquí sin mirar allá. Increíble que todo sea real, y que ambos escenarios estén en el mismo mundo. Ahora, somos conscientes, y ya no podemos echarnos atrás, decidimos tomar la píldora roja de la verdad. Elegimos nuestro personaje en este teatro que es la vida, y yo estoy orgulloso de ver en vuestros ojos las lágrimas de quién se sabe perdido.
Sé que no será difícil encontraros si sé donde mirar.
Bienvenido Jose.
ResponderEliminarUn beso, Marga.
Hola, amigo.
ResponderEliminarEn octubre voy a realizar un viaje a Ogún, en condición de voluntaria, y, buscando información, te he encontrado por "casualidad".
Quiero agradecer tu trabajo en este espacio compartido.
Siento lo que sentimos quienes estamos empezando a abrir los ojos. Y me emociona leerte.
No estamos sól@s. Hay que trabajar bien.
Gracias.
Un abrazo.
-IsA-