Vuelo de Sevilla a Lisboa con TAP.
Espero mi turno frente al
mostrador de facturación. Una joven vestida con el uniforme de la
aerolínea portuguesa TAP, me sonríe extendiendo la mano para
recoger mi documentación.
- Por favor, deme un
asiento de ventanilla y si puede ser con espacio para mis rodillas.-
Le solicito temeroso.
- En este vuelo todos los
asientos son de ventanilla. Le he colocado en la ventana de
emergencia. ¿Desea facturar?
- No, prefiero como
equipaje de mano.
- Muy bien, como equipaje
de mano. Tendrá que entregar la maleta justo a la entrada del avión,
una vez que baje se la devolverán.
- ¿Y eso? Le pregunto
extrañado.
- Cuando vea el avión lo
entenderá. Es pequeño y no hay espacio para el equipaje.-
Sentenció.- Tenga usted buen viaje.
Decir que el avión era
pequeño es faltar a la verdad. Decir que era una avioneta tampoco
sería exacto. Yo lo definiría como una furgoneta para veinte
pasajeros con alas.
Las maletas al maletero,
la gasolina al tanque, y cada uno en su asiento de ventanilla-pasillo. Arrancan los motores, las hélices giran, y así,
en tres minutos, el autobús con alas alza el vuelo.
Comparar un avión
pequeño con uno grande es fácil, es como comparar un Seat Panda con
un Audi A8, contra más gordo mejor, ya se llame jet privado o avión
del presidente, cuando vienen las turbulencias es menos divertido
pero más cómodo el A8.
Lisboa brilla en la
tarde. Sus caóticos tejados, sus puentes y sus islas de verdes
parques me dan la bienvenida.
Que guapo el viaje en fragoneta!!
ResponderEliminarMuy bueno el relato, acabo de hacer el vuelo Málaga-Lisboa y buscando datos del avioncillo he encontrado tu blog. Me he reido un monton con tu relato que es justo lo que me pasó a mi.
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